lunes, 11 de octubre de 2010

Los años formativos.

LAS PRIMERAS ACTIVIDADES ECONOMICAS DE LOS ESPAÑOLES.

El trabajo indígena se organizó mediante la encomienda que ocupó el lugar de las formas de trabajo impuestas por los mexicas. Con la encomienda, los españoles se apropiaron de la riqueza que generaban los pueblos sometidos, cuyo trabajo facilitó las primeras actividades productivas de los conquistadores.

Los encomenderos utilizaban a los indígenas para realizar todo tipo de trabajo manual: construcción, agricultura, minería y traslado de productos del campo. Les cobraban tributos y los hacían en exceso.

LA EXPLOTACION MINERA Y LOS INICIOS DE LA EXPANSION HACIA EL NORTE.

Los españoles saquearon los metales preciosos que atesoraban los indígenas hasta agotarlos. Entre 1545 y 1565 descubrieron las minas de plata de Taxco, Sultepec, Tlalpujahua, Pachuca, Real del Monte, Atotonilco y Guanajuato.

El norte del país fue colonizado por españoles e indígenas gracias a la explotación de las minas de plata. Las poblaciones que se fundaron junto a las minas demandaban alimentos otros productos, y esto, a su vez estimuló el desarrollo de la agricultura, la ganaderia y el comercio. Además se construyeron caminos para comunicar esas zonas con la Ciudad de México, hacia donde se enviaba parte de la producción.



LA CONSOLIDACION DEL PODER VIRREINAL, LAS TASACIONES DE TRIBUTOS Y LA DECADENCIA DE LOS ENCOMENDEROS.

El virrey Antonio de Mendoza (1490-1552) reprimió severamente los intentos de rebelión de los encomenderos. Estos solicitaron, en 1564, eliminar el cargo de virrey y que Martín Cortés, hijo de Hernán Cortés, fuera nombrado capitan general. En 1566 la Real Audiencia mandó apresar a Martín Cortés y ejecutar a otros conspiradores. Este episodio debilitó a los encomenderos y produjo la consolidación del poder virreinal.

Las Nuevas Leyes, promulgadas en 1542, establecían que los tributos pagados a los encomenderos y a la Corona serían inferiores a los que la población pagaba a sus gobernantes indígenas, y que no se podían exigir a los encomendados un tributo mayor que el fijado por el virrey y la Real Audiencia.

A pesar de que en 1545 Carlos I, rey de España, revocó esas leyes debido al descontento que provocaron entre los encomenderos, poco después el sistema tributario se transformó: las tasaciones del tributo real se calcuraon en función del número de habitantes de cada población o encomienda.

Entre 1550 y 1560 se estableció que los pueblos de indios ya no pagaran el tributo con múltiples y variados productos, sino con dinero o en especie (en este caso, con productos agrícolas, sobre todo maíz y trigo). Hacia el úlimo cuarto del siglo XVI ya se había determinado un tributo personal, consistente en un peso y cierta cantidad de maíz al año por cada cabeza de familia.

A partir de 1545 la población indígena y la fuerza de trabajo disminuyeron drásticamente. La encomienda se había convertido en un obstáculo para cubrir la demanda de trabajadores en la minería y otras actividades productivas. Para resolver esta situación, la Corona española suprimió los servicios personales de la encomienda (la renta en trabajo), y en 1550 ordenó al virrey Luis de Velasco y Ruiz de Alarcón aplicar un sistema mediante el cual los indios se contrataran por jornal en las haciendas y fincas españolas.

Estos hechos mostraban que la decadencia de los encomenderos había comenzado. En 1720 la encomienda quedó abolida definitivamente y se estableció que sus tributos pasaran a la Corona.



LA UNIVERSIDAD, LA CASA DE MONEDA, EL CONSULADO DE COMERCIANTES Y OTRAS INSTITUCIONES.

Por cédula real, el 21 de septiembre de 1551 se fundó en la Ciudad de México, la Real Universidad; una bula, expedida por el papa Clemente VIII en octubre de 1597, la convirtió en Universidad Pontificia. El establecimiento de la Universidad obedeció a la insistente solicitud del grupo criollo, que demandaba educación superior, y al interés por evitar que los hijos de las familias ricas se trasladaran a España para realizar estudios superiores.

En la Universidad se impartían las carreras de Teología, Derecho, Filosofía y Medicina. Los grados otorgados por esta institución eran los de bachiller, licenciado, maestro o doctor. La enseñanza se caracterizaba por ser dogmática y religiosa, se impartía fundamentalmente en latín y consistía en la lectura y el comentario de libros en clase. En esta Universidad no eran admitidos los indígenas, los mestizos ni las mujeres, estaba bajo el poder civil y clerical y fortaleció el dominio de españoles y criollos sobre las demás clases sociales.

El virrey Antonio de Mendoza, conforme a lo dispuesto en la cédula real de mayo de 1535, estableció la primera Casa de Moneda de la Nueva España. La institución funcionó durante más de dos siglos como empresa privada, hasta el 14 de julio de 1732, cuando oficialmente se asignó la acuñación a la Real Hacienda, aunque todavía demoró treinta años en asumir esa tarea. Las monedas emitidas a partir de 1536 eran de plata y debían tener un peso determinado, de ahí el nombre de nuestra moneda: peso.

Otra institutción que se fundó en Nueva España a finales del siglo XVII fue el consulado de comerciantes.

En 1603 se creó en la Nueva España el Consulado de la Ciudad de México, encargada de regular las ventas, cambios, seguros marítimos y terrestres, cuentas pagos y las operaciones y los asuntos relativos al comercio de mercaderías. También el Consulado vigilaba la llegada de las flotas y los galeones a Veracruz, y la del galeón de Manila a Acapulco; controlaba las importaciones y exportaciones y fijaba el pago de los derechos de ida y vuelta.

En 1795 se creó el Consulado de Veracruz. Su jurisdicción abarcaba la intendencia de ese puerto y la villa de Jalapa. En el mismo año se erigió el Consulado de Guadalajara, con jurisdicción sobre el vasto territorio de la Audiencia de Nueva Galicia.

Asimismo se establecieron otras instituciones, como los colegios fundados por la Compañía de Jesús, los cuales se distinguieron por sus avanzados métodos de enseñanza. En estos colegios se impartía educación media, aunque hubo algunos de educación superior.

Los jesuitas abrieron colegios en variadas ciudades y villas del Virreinato; entre los más importantes se puede mencionar el Colegio Real de San Pedro, San Pablo y San Ildefonso (1618) de la Ciudad de México. La labor intelectual de los jesuitas contribuyó en gran medida al despertar criollo, pues fueron maestros, consejeros y representantes de los grupos oprimidos por los españoles.

EL ACOMODO DE LOS GRUPOS SOCIALES. EL CARACTER CORPORATIVO DE LA SOCIEDAD.

A partir de la llegada de los españoles se transformó la realidad étnica, social y cultural de las sociedades indígenas. En las primeras décadas del siglo XVII la sociedad novohispana era pluriétnica y pluricultural.

En los centros mineros, las haciendas, estancias ganadera pueblos y ciudades se congregaban indígenas, europeos, africanos y asiáticos que provenían de tradiciones culturales diferentes y realizaban diversas tareas de acuerdo con su condición social. De la mezcla de esos grupos surgió la población mestiza. Sólo las regiones del sur y del sureste de la Nueva España mantuvieron su composición étnica tradicional.

En Nueva España se estableció una clara diferencia entre los principales grupos sociales; la desigualdad original entre conquistadores y conquistados se transformó en una desigualdad étnica, de manera que en la sociedad novohispana había españoles peninsulares, criollos, indios, negros y castas. Cada grupo se subdividía de acuerdo con el nivel económico y social de los individuos que lo componían.

La transformación de la Nueva España durante el siglo XVII propiciaron el desarrollo de una nueva organización económica y social en la que el papel principal correspondió a las corporaciones: comerciantes, mineros, hacendados, clero secular y funcionarios de la Corona.

La propiedad de tierra constituyó la base del sistema de explotación colonial, el cual reforzó y legitimó con la discriminación hacia los grupos étnicos. Había marcadas diferencias: las clases dominantes disfrutaban de diversos privilegios, sobre todo la burocracia virreinal, la Iglesia, los comerciantes, los terratenientes y los propietarios de minas; las clases trabajadoras por su parte, carecían de derechos y no tenían privilegio alguno.

Los comerciantes fueron el grupo más favorecido. Recuerda que la Corona fundó el Consuldado de Comerciantes de la Ciudad de México y le concedió el monopolio del comercio. Gracias a esa concesión, los miembros del Consulado obtuvieron enormes beneficios de las relaciones comerciales entre el Virreinato y España. Los comerciantes vendían sus productos al precio y con las condiciones que el Consulado imponía; el cual, además, otorgaba crédito a mineros, agricultores, obrajeros, artesanos y pequeños comerciantes.

Durante el siglo XVII el clero secular se convirtió en el principal auxiliar del Imperio español en la pacificación y el gobierno de la Nueva España. La Corona marginó a los frailes mendincantes, cedió al clero secular el impuesto del diezmo, favoreció la implantación de curatos y obispados en todo el territorio y vio con indulgencia cómo la Iglesia acaparaba haciendas, ranchos, ingenios azucareros, propiedades urbanas y capital (que adquirió por medio de los diezmos, donaciones piadosas, legados testamentarios y capellanías).

Así la Iglesia empezó a desempeñar actividades relacionadas con la banca y se convirtió en socia natural de hacendados, mineros y comerciantes. En muchas comunidades era la autoridad máxima, ante la que se dirimían los problemas o conflictos que se sucitaban entre sus habitantes. Por añadidura, se reservaba la dirección espiritual, la educación, la asistencia hospitalaria y las conducción de casi todas las ceremonias públicas.

Otro grupo corporativo era el integrado por hacendados y rancheros, el cual se desarrolló con gran rapidez en las regiones de Puebla y Tlaxcala, en los valles de México y Cuernavaca, en el Bajío, en Michoacán, en Nueva Galicia y en las cercanías de laz zonas mineras. Su peso social en el medio rural era abrumador; en todos los poblados, villas y ciudades de provincia compartía los puestos del cabildo con comerciantes y funcionarios.

Los mineros recibían muy poca ayuda de la Corona española, pero a pesar de ello acumularon grandes riquezas. Para financiar sus empresas, con frecuencia se asociaban con comerciantes y hacendados.

A mediados del siglo XVII los funcionarios virreinales, ligados por intereses económicos, afinidades sociales y lazos de parentesco, constituían la mayoría en cuyas manos estaba la dirección de los asuntos administrativos de la Nueva España. Esta burocracia, mal remunerada y carente de organización adecuada, aprovechaba los cargos públicos para enriquecerse, lo que se volvió práctica generalizada. La Corona abrió una puerta más a la corrupción al poner a la venta casi todos los puestos públicos; por esta vía, los criollos penetreron en las esferas de gobierno.

Profr. José Isabel Montesino Brito.
Escuela Secundaria General No. 20 "José Martí"
Cancún, Quintana Roo; México.
http://www.viajescolar.mex.tl

jueves, 7 de octubre de 2010

Los proyectos iniciales.

LAS ENCOMIENDAS Y EL TRIBUTO.

En 1521, tras la caída de Tenochtitlan, Hernán Cortés tomó el control político y militar del territorio que nombró Nueva España. Tras conquistar otras regiones, Cortés premió a sus hombres con tierras, tributos y títulos nobiliarios.

En 1524 se estableció el sistema de encomiendas, por medio del cual la Corona concedía a un súbdito español (encomendero), como pago por sus servicios durante la conquista y colonización, el derecho de apropiarse del tributo y los servicios personales de una comunidad indígena. A cambio, el encomendero contraía la obligación de asegurar la sumisión de encomendados, protegerlos e instruirlos en la doctrina cristiana.

La mano de obra indígena esra sobreexplotada en las obras públicas, las empresas agroganaderas, las minas y los obrajes.

En los primeros tiempos del régimen colonial se establecieron dos modalidades de tributo: al rey y a otras personas. El tributo se entregaba fundamentalmente a los conquistadores, pero también a la antigua noblez indígena, a la cual la Corona otorgó algunos privilegios. Durante las primeras décadas del dominio español, la utilizó como intermediaria en el gobierno indirecto que impuso en los territorios conquistados.

La nobleza colaboró con los españoles porque esperaba conservar sus antiguos privilegios. Entre 1549 y 1555 se abolió gran parte del tributo en servicios y comida, el cual se sustituyó por dinero.



LAS DOCTRINAS Y LA EVANGELIZACION.

Un año después del descubrimiento de América (1493), el papa Alejandro VI otorgó a los Reyes Católicos la posesión de los territorios descubiertos, con la condición de que la Corona española se encargara de evangelizar a los indígenas americanos.

En los primeros años de la Colonia, frailes de las órdenes religiosas de los franciscanos, dominicos y agustinos se empeñaron en evangelizar a los indios. En 1524 llegaron los franciscanos y se establecieron principalmente en el centro y el occidente de la Nueva España (Michoacán y Jalisco). En 1526 arribaron los frailes dominicos, que se distribuyeron en el centro y el sur del virreinato. Los agustinos, que llegaron en 1533, se asentaron en el oriente y occidente.

Los jesuitas, que habían llegado a Nueva España en 1572, se dieron a la tarea de evangelizar las regiones del noroeste. En la evangelización también participaron carmelitas (1585), mercedarios (1594), benedictinos (1602), hipólitos (1604), juanitos (1604), antoninos (1628), felipenses (1657), betlehemitas (1674) y camilos (1755).

Para adoctrinar a los indígenas, los freiles del siglo XVI fundaron escuelas, redactaron catecismos y cartillas bilingües y enseñaron oficios.

La influencia de los frailes misioneros entre la población indígena llegó a ser tan grande, que la Corona española vio en ello una seria amenaza; por eso ordenó sustituirlos por miembros del clero secular, es decir por sacerdotes católicos que no pertenecían a las congregaciones religiosas ni vivían en monasterios y estaban adscritos a una parroquia o catedral.

A los primeros frailes enviados a la Nueva España, de espíritu generoso, los reemplazaron clérigos ávidos de riqueza y poder, indiferentes ante la penosa situación de los indígenas. A pesar de las amenzas y el maltrato, los pueblos indígenas lograron conservar algunas de sus tradiciones, ceremonias y creencias religiosas, pero adoptaron varias manifestaciones del culto católico. Así, la religión de los conquistadores españoles quedó integrada en las creencias del mundo indígena.

Los misioneros dirigieron la construcción de ermitas, monasterios y templos en las zonas más pobladas por grupos indígenas sedentarios.



LOS POBLADORES Y SUS FUNDACIONES.

En el siglo XVI los conquistadores fundaron varias ciudades, entre las que destacan Colima (1523), Querétaro (1531), Guadalajara (1539), Zacatecas (1548), Guanajuato (1557), Durango (1563) y Aguascalientes (1575).

LOS CONFLICTOS ENTRE LOS DIVERSOS GRUPOS DE ESPAÑOLES.

Los enfrentamientos entre españoles se multiplicaron desde la primera mitad del siglo XVI, debido a la repartición de privilegios. La lucha por el poder se desató de inmediato; cada territorio era disputado por los conquistadores encomenderos.

Los intereses de la Corona española y de los encomenderos entraron en conflicto, pues las primera pretendía imponer su dominio en los territorios conquistados, en tanto que los egundos aspiraban a ejercer el poder absoluto en sus posesiones.

Los partidarios de Cortés enfrentaron a sus enemigos en una intensa lucha durante el periodo de 1524-1526. Para reorganizar el gobierno de la Nueva España, a partir de 1528 la Corona nombró de manera consecutiva dos audiencias y en 1535 designó el primer virrey. Con esta medida logró centralizar el poder.

Varios frailes también entraron en conflicto con los conquistadores, Fray Juan de Zumarrága, primer obispo de la Nueva España, criticó el abuso y la brutalidad de los conquistadores contra los indios encomendados. Por este motivo se enfrentó a Nuño Beltrán de Guzmán, presidente de la primera Audiencia y responsable de la situación de miles indígenas, maltratados y explotados por él mismo y por los encomenderos.

Zumárraga envió una carta al rey de España en la que denunciaba las tropelías y arbitrariedades de Nuño Beltrán y los oidores, por lo que el Consejo de Indias los destituyó a fines de 1530 y designó a los integrantes de la segunda Audiencia. Varios religiosos protectores de los indios se aliaron con la Corona en su lucha contra los encomenderos.



PARTICULARIDADES DE NUEVA GALICIA Y YUCATAN.

Nueva Galicia comprendía los actuales estados de Aguascalientes, parte de Jalisco, Nayarit, Durango, Zacatecas, Sinaloa y una pequeña región de San Luis Potosí. En 1560 su capital se trasladó a Guadalajara. Cristóbal de Oñate sucedió a Nuño Beltrán de Guzmán, su primer gobernador, quien fue enviado a España en calidad de prisionero (1536). Durante el siglo XVI se presentaron en Nueva Galicia sublevaciones indígenas (1541, 1584 y 1593).

En 1548 Carlos I dispuso la creación de la Audiencia de Nueva Galicia y en 1575 ordenó que ésta se desligara del virrey de Nueva España para desempeñar sus funciones de manera independiente.

Antes que otras órdenes religiosas, los frailes franciscanos se dieron a la tarea de avengelizar a los indígenas de Nueva Galicia. Luego llegaron los agustinos, los jesuitas y los dominicos, pero la influenza de estas órdenes fue menor.

En Yucatán, la conquista española produjo cambios económicos, sociales, políticos y culturales. Los españoles se apoderaron de las mejores tierras y fundaron haciendas ganaderas y agrícolas. En estas obligaron a los indígenas a elaborar tintes con añil, grana cochinilla y palo de tinte, o productos como almidón, algodón, azúcar, arroz, tabaco, henquén y maderas preciosas.

La máxima autoridad civil recibió el nombre de gobernador, el cual también desempeñaba el cargo de capitán general. En lo político, Yucatán dependía del virrey de la Nueva España y en el ámbito judicial, de la Real Audiencia de México.

Desde 1546 empezaron a llegar a Yucatán misioneros franciscanos que se encargaron de la evangelización de los indígenas. Algunos de ellos aprendieron a escribir, lo que les permitió registrar en sus lenguas nativas, pero empleando el alfabeto latino, la historia y los conocimientos de los mayas prehispánicos. Tal es el caso de los,libros Chilam Balam y el Popol Vuh, que fueron para los mayas un mecanismo activo de resistencia ante los conquistadores.

Los años de dominación española se caracterizaron por guerras y guerrillas intermitentes emprendidas por los mayas contra los colonizacores, incursiones de piratas, la lucha entre gobernantes y franciscanos, y entre éstos y el clero secular, así como las grandes hambrunas originadas por intensas sequías.

LA INSTAURACION DE LAS AUDIENCIAS Y EL VIRREINATO.

En octubre de 1522, el monarca español Carlos I emitió una real cédula por la cual nombró a Hernán Cortés capitán general y gobernador de la Nueva España. Por su parte, Cortés designó un alcalde mayor de justicia para la capital, tenientes gobernadores en cada región sometida y cabildos municipales, con alcaldes nombrados por él en las poblaciones integradas por españoles.

Durante la ausencia de Cortés (1524-1528), que encabezó una expedición a Las Hibueras (en lo que hoy es Honduras), el gobierno de la Nueva España quedó en manos de oficiales reales y jueces de residencia, quienes cometieron abusos y desaciertos que fueron aprovechados por la Corona española para quitar poder a Cortés.

La Corona española designó en 1528, para gobernar la Nueva España, a la Primera Audiencia, que realizó sangrientas persecuciones y cometió otros crímenes, se apoderó mediante la fuerza de cientos de indígenas y entregó encomiendas a favoritos y amigos.

Con el fin de controlar la ambición de los conquistadores y asegurar su dominio político, la Corona se reservó el derecho de propiedad sobre las tierras y dividió la sociedad colonial en dos repúblicas: la de indios y la de españoles.

En 1531 se estableció la Segunda Audiencia, presidida por Sebastián Ramírez de Fuenleal. Esta audiencia dispuso varias medidas para debilitar a los españoles que habían participado en las guerras de conquista. Ordenó la incorporación a la Corona española de muchas encomiendas que la Primera Audiencia había entregado a sus favoritos y preparó la instauración del Virreinato. De esta manera, los conquistadores quedaron apartados del poder y los sustituyeron funcionarios designados por el rey.

En 1535 Antonio de Mendoza, designado primer virrey de la Nueva España por Carlos I, llegó a la ciudad de México para instaurar el Virreinato, que perduró tres siglos. Mendoza aplacó a los conquistadores, sometió levantamientos indígenas y organizó expediciones. En otro orden de cosas, introdujo la imprenta y fundó instituciones como el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, destinado a la educación de los indios nobles.

LOS OBISPADOS.

La Corona española ejerció enorme influencia sobre la Iglesia. Esto fue posible gracias al patronato, concedido por el papa, de todas las iglesias y fundaciones religiosas que se establecieran en el Nuevo Mundo. La Corona se comprometió a patrocinar la nueva empresa misionera; adquirió el derecno de nombrar religiosos y autorizar la construcción de iglesias, conventos y hospitales.

El clero se agrupaba en diócesis. El primer obispado de la Nueva España fue el llamado carolense, en honor de Carlos I, fundado por el papa León X en 1518, en la isla de Cozumel. Después se trasladó a Tlaxcala y en 1539 a Puebla.

En 1530 el franciscano fran Juan de Zumárraga fue designado obispo de la diócesis de México. En 1535 se erigió la de Oaxaca y luego, en el curso del siglo XVI, se fundaron las de Michoacán, Chiapas, Compostela (Nueva Galicia) y Yucatán.

Durante el siglo XVII el clero secular apoyó a la Corona española para que esta consiguiera pacificar y gobernar el Virreinato sin sobresaltos. La alta jerarquía eclesiástica adquirió mayor poder que los gobernantes civiles, de manera que los obispos y arzobispos se dirigían con libertad al rey y al Consejo de Indias para manifestar quejas y hacer propuestas sobre le gobierno de Nueva España.

En muchas ocasiones, las altas autoridades de la Iglesia rechazaron las órdenes del virrey, lo que provocó tumultos y rebeliones populares. En 1624 la lucha por el poder entre la Iglesia y el Estado condujo a una revuelta que culminó con el incendio del palacio virreinal.



LA INTRODUCCION DEL GANADO, EL TRIGO Y OTRAS ESPECIES.

Durante los primeros años de la colonización, los conquistadores introdujeron en la Nueva España caballos, vacas, puercos, ovejas, cabras, asnos y yeguas. Las primeras estancias de ganado menor y vacuno se ubicaron en el Valle de México y después se desplazaron al norte del Virreinato. Alrededor de 1540 comenzó la explotación del gusano de seda, que no prosperó porque la de Asia era de mejor calidad y más barata.

También los españoles introdujeron el trigo en Nueva España en 1521. Al año siguiente, Cortés envió por caña de azúcar a las Antillas y cuatro años después instaló una trapiche en San Andrés Tuxtla, Veracruz. En esos años, el trapiche era una lugar donde por medio de prensas o empleando un molino se extraía jugo de caña para convertirlo en piloncillo o azúcar. En 1530 la caña de azúcar estaba presente en el valle de Cuernavaca (Morelos), Atlixco (Puebla y las tierras bajas de Veracruz.

En 1529 Motolonía sembró por primera vez la palmera de dátil en el monasterio de Cuernavaca. El plátano fue introducido por Vasco de Quiroga en 1537. El mango, producto de las Filipinas, se trajo a la Nueva España en 1530. A su vez, el café llegó de las Antillas por iniciativa de Antonio Gómez de Guevara.

La introducción y multiplicación de nuevas especies de ganado trajeron consigo costos y beneficios en la economía novohispana. Entre los primero están los destrozos de los cultivos de los indígenas y los obstáculos para regenerar los bosques.

En cuanto a los beneficios, la rueda y la tracción animal revolucionaron el sistema de transporte al acortar distancias y facilitar el traslado de personas y mercancías. Por su parte, la energía animal permitió acelerar ciertos procesos productivos, por ejemplo, para mover molinos trituradores de minerales. Las pieles de algunos animales dieron origen a un activo comercio de exportación, y la lana posibilitó la manufactura de telas y vestidos.

LA SEGUNDA GRAN EPIDEMIA.

Entre 1545 y 1548 se presentó la epidemia de sarampión que acabó con gran parte de la población. Muchos pueblos desaparecieron, en particular los de las regiones costeras.

Las epidemias tuvieron diversas consecuencias: disminución de la población, abandono de actividades productivas, reducción de los tributos que recibían los españoles y destrucción de las estructuras sociales, empezando por la familia.

LA TRANSFORMACION DEL PAISAJE.

Los animales que trajeron los españoles se distribuyeron rápidamente en varias regiones del paísy afectaron la fauna nativa y el uso del suelo; invadieron y destrozaron los cultivos de las comunidades indígenas, por lo que sus parcelas se convirtieron en campos de pastoreo. Además, la introducción de ganando alteró los hábitos de alimentos tradicionales.

El paisaje, sobre todo rural sufrió un cambio drástico: viviendas vacías, tierras abandonadas, caminos cerrados por la vegetación, terrazas erosionadas, canales azolvados, huertos y chinampas en desuso. Se desarrolló entonces un proceso de concentración natural de la población, que más tarde impulsaron las autoridades virreinales.

Los efectos demográficos de la conquista española fueron catastróficos. En 1550 la Nueva España contaba con alrededor de tres millones de habitantes. Las zonas costeras quedaron prácticamente despobladas, mientras que la población se concentraba en el interior del territorio, sobre todo en el altiplano.

Profr. José Isabel Montesino Brito.
Escuela Secundaria General No. 20 "José Martí"
Cancún, Quintana Roo; México.
http://www.viajescolar.mex.tl

domingo, 3 de octubre de 2010

Las civilizaciones prehispánicas: características relevantes e importancia en el desarrollo histórico y en la herencia cultural de México.

Las grandes civilizaciones mesoamericanas, entre las que destacan la olmeca, maya, teotihuacana, mixteca, totonaca, huasteca, purépecha y mexica, se desarrollaron en una amplia región de la actual República Mexicana y de Centroamérica, entre el año 2500 a. C. y la llegada de los españoles a Mesoamérica en los primeros años del siglo XVI.

Estas civilizaciones compartieron rasgos socioeconómicos y culturales: crearon centros políticos, económicos, religiosos y administrativos en los que construyeron basamentos piramidales, templos, palacios, escuelas, juegos de pelota y zonas de intercambio comercial.



Los conquistadores españoles sometieron a los pueblos mesoamericanos. Tras la conquista, la Corona española ordenó la fundación de Nueva España en los territorios dominados e impuso instituciones y funcionarios para gobernarla. En 1535 se creó el Virreinato de Nueva España, que perduró casi tres siglos.

En la mente de los historiadores una incognita ha cobrado relevancia ¿cómo y cuándo empezó a poblarse el continente donde vivimos? Muchos investigadores han planteado varias teorías acerca del primer poblamiento de lo que hoy es América. La más aceptada hasta ahora, por los numerosos testimonios en que se apoya, afirma que los primeros seres humanos que pisaron tierras de América provenían de Siberia, una región del noreste de Asia muy cercana a la costa de la actual Alaska.

Según esa teoría, hace más de 40 000 años, en las estepas de Siberia, grupos de cazadores nómadas perseguían manadas de búfalos, ciervos y otros animales. Algunos de esos grupos cruzaron el estrecho de Bering y llegaron a tierras de Alaska. Esto ocurrió durante la última glaciación, que cubrió de hielo extensas regiones de América del Norte y provocó el descenso del nivel del mar de Bering, formando, por así decirlo un puente terrestre cubierto de hielo por el cual avanzaron los cazadores nómadas para llegar a América.



Los primeros pobladores del continente americano se desplazaban de un lugar a otro en busca de comida y refugio. Obtenían alimento de la caza, la pesca y la recolección. Sabían producir y conservar fuego y empleaban pieles de animales para protegerse del frío. También fabricaban artefactos de piedra y tallaban el hueso y la madera.



Algunos grupos se quedaron a vivir en las comarcas del norte de América, cubiertas de nieve durante varios meses, pero otros prosiguieron su camino hacia las regiones del sur. De este modo se fueron poblando el centro y el sur de América. Varios grupos se quedaron a vivir en Aridoamérica, región de tierras áridas que comprende zonas del norte de lo que ahora es México y del sur de Estados Unidos de América.

Otros grupos ocuparon Oasisamérica, en el suroeste de Estados Unidos de América y el noroeste de México, y otros más llegaron a Mesoamérica, que abarca el centro y surente de la República Mexicana y parte de América Central.



En algún momento, hace aproximadamente diez mil años, algunos grupos nómadas de Mesoamérica aprendieron a cultivar plantas de manera primitiva, aprovechando la fertilidad de los terrenos cercanos a ríos y lagos. Las comunidades de cultivadores abandonaron las costumbres nómadas y se volvieron sedentarios. Esas comunidades dieron origen a las más antiguas civilizaciones de Mesoamérica.



Entre las características de los pueblos mesoamericanos en el momento de la llegada de los españoles destacan las siguientes:

* Ocupaban diversas regiones de Mesoamérica y se distinguían por su riqueza cultural y lingüística; se conocen unas 170 lenguas nativas, de las cuales han desaparecido más de cien.

* Dos grandes imperios de carácter militarista y tributario dominaban extensos territorrios de Mesoamérica: el purépecha y el mexica. El primero abarcaba el actual estado de Michoacán, algunos territorios de lo que hoy son Guerrro y Guanajuato, incluso parte de Querétaro. El imperio mexica dominaba la mayor parte del centro y sur de lo que hoy es la República Mexicana: el actual Distrito Federal y los estados de México, Hidalgo, Puebla, Veracruz, Morelos, Guerrero, Oaxaca, la costa de Chiapas y parte de Guatemala.

* La unidad política fundamental de estos imperios era la ciudad-Estado, su economía se basaba en la producción agrícola y el tributo.

* Los pueblos mesoamericanos se relacionaban mediante amplias redes de intercambio comercial.

* Se caracterizaban por la marcada estratificación social en nobles (funcionarios, militares, sacerdotes y grandes comerciantes) y macehuales o gente del pueblo (campesinos, artesanos, cargadores y esclavos).

* Desarrollaron las ciencias y las artes y dominaron la metalurgia; aprendieron a elaborar adornos de oro, plata y cobre y herramientas de trabajo (hachuelas, azadones, anzuelos y hachas).

* Cada pueblo poseía una cultura propia, pero compartía con los demás varias tradiciones, creencias religiosa e ideas sobre el origen y el orden del mundo.

* En el aspecto religioso predominaban las deidades guerreras, lo cual es clara evidencia de la supremacía de los grupos militaristas. En las sociedades mesoamericanas la importancia de las antiguas deidades agrícolas se debilitó; en cambio la veneración a los dioses que representaban la fuerza de la juventud guerrera cobró mayor importancia.



Aún se conservan diversas tradiciones y costumbres de los pueblos mesoamericanos, como el empleo de plantas medicinales, la elaboración de artesanías y de utensilios de barro, la fiesta del día de muertos, el uso de chinampas para el cultivo agrícola y el tianguis. Sus aportaciones forman parte de nuestras raíces culturales.

La sociedad mexicana actual es producto del mestizaje, es decir de la interrelación de los pueblos mesoamericanos con otras culturas: la europea y la de los grupos originarios de África (lo que se conoce como la tercera raíz del mexicano), quienes fueron traídos como esclavos a Nueva España para contribuir con su trabajo a la consolidación de las empresas coloniales.



RUPTURAS, CONTINUIDADES E INNOVACIONES A RAIZ DE LA CONQUISTA.

La conquista española causó el sometimiento de los pueblos mesoamericanos, el despojo de sus tierras y el exterminio de gran parte de la población nativa; es decir, transformó profundamente dichas sociedades. Pero no todo se modificó de manera inmediata, ya que algunas tradiciones y formas de vida resistieron a los cambios o se fueron transformando con lentitud. Estas continuidades corresponden a las mentalidades, a la religión, a los comportamientos ancestrales y a los hábitos arraigados en la sociedad.

Entre los aspectos relacionados con la ruptura que ocasionó la conquista española están los siguientes:

* Se crearon formas de gobierno como el virreinato, se impuso el trabajo esclavizado, el coatequil o repartimiento y el peonaje, formas de trabajo que más adelante se explicarán. Se establecieron nuevas formas de propiedad de la tierra, distintas a las que conocían los pueblos mesoamericanos (las cuales también examinaremos más adelante), pero subsistieron algunas de tipo comunal.

* Se produjo una catástrofe demográfica causada por las guerras, el trabajo agotador en las minas y encomiendas, las enfermedades infeccionas que los colonizadores trajeron, los cambios en la alimentación y la movilización forzosa de indígenas a regiones de clima al que no estaban acostumbrados.

* Los españoles impusieron la doctrina cristiana, pero algunas creencias y prácticas de las religiones prehispánicas lograron sobrevivir.



En cuanto a los elementos que continuaron a pesar de la conquista, detacan la importancia del maíz, el frijol y el chile en la alimentación; el empleo de plantas medicinales; la elaboración de artesanías y loza de barro, así como el tianguis; la organización de fiestas, como la del día de muertos, el uso de chinampas para diversos cultivos; la elaboración de códices y el pago de tributo, que pagaban los pueblos sometidos durante la época prehispánica y casi todos los indígenas en el periodo colonial.

Las lenguas indígenas, al igual que la poesía y el canto, los cuentos, mitos, plegarias y discursos, son una herencia del mundo mesoamericano a la cultura de nuestro país. Lo mismo sucede con la indumentaria y los textiles, en los que persisten diseños originales, instrumentos fibras, pigmentos y tintes surgidos en épocas prehispánicas, y que son reflejo de la relación de los grupos humanos con su entorno.



Después de la conquista, los europeos introdujeron en América la religión católica y la lengua española, así como diversas innovaciones: cultivos hasta entonces desconocidos por los indígenas; técnicas agrícolas e instrumentos de labranza como la yunta y el arado; el empleo de la moneda como instrumento de cambio; el telar, la rueda, la imprenta y la pólvora. Desde el Viejo Continente también llegaron animales (caballos, asnos, vacas, puercos, ovejas y cabras), plantas y frutos (trigo, seda, lino, cáñamo, caña de azúcar, plátano, naranjo, vid, olivo y café).

Europa obtuvo de América, principalmente de lo que hoy es México, productos como maíz, tomate, frijol, papa, tabaco, cacao y gran variedad de frutas tropicales. Así dos sociedades, diferentes por su cultura y nivel de desarrollo entraron en contacto, se mezclaron y dieron origen a una nueva cultura (la mexicana), en la que se combinan y complementan las tradiciones europeas y las mesoamericanas.



Profr. José Isabel Montesino Brito.
Escuela Secundaria General No. 20 "José Martí".
Cancún, Quintana Roo; México.
http://www.viajescolar.mex.tl

sábado, 2 de octubre de 2010

Bloque 1. Las culturas prehispánicas y la conformación de Nueva España.

PROPOSITOS:

Que los alumnos:

* Elaboren una perspectiva general de la cultura y la organización social, política y económica de los pueblos prehispánicos e identifiquen los cambios que en estos aspectos ocurrieron durante la conformación de Nueva España.

* Analicen las causas y consecuencias de las expediciones de conquista y comprendan el proceso de conformación de la sociedad novohispana.

* Reconozcan los aportes culturales de los pueblos prehispánicos y los de otras sociedades en la conformación de nuestra cultura, para valorar y respetar su diversidad y sus manifestaciones en la actualidad.

ACTITUDES Y VALORES:

El reconocimiento del patrimonio cultural, la conciencia histórica y la promoción de la convivencia y el diálogo con grupos y personas de cultura diferente.

APRENDIZAJES ESPERADOS:

* Identificar la duración del período y ordenar cronológicamente en una línea del tiempo sucesos y procesos relevantes relacionados con el desarrollo cultural del México prehispánico, la conquista y la conformación de Nueva España.

* Ubicar en mapas las culturas de Mesoamérica y del norte de México y distinguir las formas de organización territorial presentes durante la colonia.

* Señalar las causas y consecuencias del cambio social y político que experimentaron los pueblos originarios a raíz de la conquista y la colonización española.

* Reconocer las características económicas de Nueva España y su importancia en el mercado mundial como proveedora de metales preciosos.

* Utilizar los conceptos clave para explicar de manera oral y escrita algunas características del período.

* Distinguir características generales de las formas de expresión artística prehispánicas y novohispanas en imágenes y reproducciones de obras.

* Identificar algunos cambios esn la sociedad, el ambiente y el paisaje en Nueva España a partir de las catástrofes demográficas y la introducción de nuevas formas de cultivo y especies animales y vegetales.

* Seleccionar información de diversas fuentes para identificar aspectos de las costumbres, tradiciones y vida cotidiana prehispánicas y novohispanas.

* Leer fragmentos de textos sobre la conquista y la colonización y comparar diversas interpretaciones de estos acontecimientos.

* Reconocer la herencia cultural prehispánica y novohispana y su permanencia en el presente.

CONCEPTOS CLAVE PARA COMPRENDER EL PERIODO:

* Audiencia

* Colonización

* Conquista

* Corporación

* Mesoamérica

* Mestizaje

* Virreinato

TEMA 1.1. PANORAMA DEL PERIODO.

COMPETENCIA:

Identifica la duración del período relacionado con el desarrollo cultural de México prehispánico, la Conquista y la formación de la Nueva España para ordenar cronológicamente en una línea del tiempo sucesos y procesos relevantes con base en la lectura del libro de texto y la exposición del profesor.

ACTIVIDADES:


* Explica las características relevantes e importancia en el desarrollo histórico y en la herencia cultural de México.

* Elabora una tabla con los rasgos comunes de las civilizaciones prehispánicas: economía, sociedad, política, religión y cultura.

* Explica las rupturas, continuidades e innovaciones a raíz de la conquista.

* Investiga los siguientes conceptos: audiencia, colonización, conquista, corporación, Mesoamérica, mestizaje y virreinato.



Presentación


¿Te has preguntado por qué la sociedad mexicana es diferente de otras sociedades? ¿Por qué nuestro país es una república y no una monarquía con un rey o una reina y príncipes herederos? ¿Por qué la mayoría de habitantes de nuestro país hablan español, pero millones de personas se comunican por medio de otras lenguas como el náhuatl, el maya o el zapoteco?

¿Cómo encontrar respuestas a éstas preguntas sobre la historia de nuestro país, de sus relaciones con el mundo en épocas anteriores y en la actualidad? El Curso Historia de México tiene el propósito de acercarte a ellas de una manera más divertida y amena; pretende estimular tu interés por la Historia y ayudarte a descubrir las relaciones de los hechos y procesos del pasado con la sociedad en que vives.

A lo largo del curso vamos a poner a tu disposición las nociones y conceptos que te permitirán comprender y explicar que las formas de convivencia de las sociedades, su organización política y social, su cultura y desarrollo económico, son resultado de los procesos ocurridos en la diversas etapas de su historia. Además, te propone ejercitar la reflexión y el análisis en lugar de memorizar datos aislados, nombres, fechas y batallas sin relación alguna con los procesos históricos.

En el Curso de Historia de México se estudia a la sociedad mexicana en sus diversas dimensiones: social, cultural, política y económica; te ayudará a conocer y analizar varios puntos de vista sobre el pasado de nuestro país; a manejar la información histórica ya comprender el origen y desarrollo de los rasgos que nos identifican como nación multicultural.

El programa se compone de cinco bloques, organizados en temas y subtemas, cada bloque comienza con una visión panorámica del periodo por estudiar y una línea del tiempo donde se ubican los acontecimientos y procesos relevantes de ese periodo en el tiempo histórico.

En el desarrollo se presentan los contenidos programáticos, las sugerencias de actividades y los temas para analizar y reflexionar; es una propuesta novedosa para que los estudiantes, indaguen acontecimientos significativos.

El tratamiento de los contenidos, las líneas del tiempo, los mapas, ilustraciones, audios, videos, actividades, glosario, lecturas complementarias y otros recursos didácticos pretenden ayudar a los estudiantes a construir una visión ordenada y coherente de la Historia de nuestro país, como parte de un mundo en proceso permanente de cambio.

Con apoyo de su libro de texto, los alumnos pueden potenciar la actividad crítica y creativa. Con este fin, es recomendable orientarlos para que comparen, contrasten y discutan opiniones y puntos de vista diferentes sobre un mismo hecho o proceso histórico, para que a partir de esas interpretaciones vayan formándose una opinión propia, informada y con base en argumentos y reflexiones.

Profr. José Isabel Montesino Brito.
Escuela Secundaria General No. 20 "José Martí"
http://josemontesino.metroblog.com